El Experimento de Stanley Milgram fue realizado para explicar algunos de los horrores de los campos de concentración de la segunda guerra mundial, en donde judíos, gitanos, homosexuales, eslavos y otros enemigos del estado fueron masacrados por los nazis.
Haz lo que se te dice
En los juicios posteriores a la Segunda Guerra Mundial, muchos criminales de guerra declararon que simplemente cumplieron órdenes y que no podían ser considerados responsables de sus actos.
Los alemanes: ¿fueron realmente malvados y desalmados o se trata de un fenómeno de grupo que le podría ocurrir a cualquiera en las mismas condiciones?
El psicólogo Stanley Milgram creó un "generador de descarga" eléctrica con 30 interruptores. El interruptor estaba claramente marcado en incrementos de 15 voltios, oscilando entre los 15 y 450 voltios.
También puso etiquetas que indicaban el nivel de descarga, tales como "Moderado" (de 75 a 120 voltios) y "Fuerte" (de 135 a 180 voltios). Los interruptores de 375 a 420 voltios fueron marcados "Peligro: Descarga Grave" y los dos niveles más altos de 435 a 450 feron marcados "XXX".
El "generador de descarga" era en realidad de mentira y sólo producía sonido cuando se pulsaban los interruptores.
Se reclutaron 40 sujetos (hombres) por correo y por un anuncio en el periódico. Creían que iban a participar de un experimento sobre la "memoria y el aprendizaje".
En la prueba, a cada sujeto se le informó claramente que se le iba a pagar por ir y que conservaría el pago "independientemente de lo que pasara después de su llegada".
Luego, el sujeto conoció a un "experimentador", la persona que dirigía el experimento, y a otra persona que se la indicó como otro sujeto. El otro sujeto era en realidad un cómplice que actuó como sujeto. Se trataba de un contador de 47 años.
Los dos sujetos (el sujeto verdadero y el cómplice) sacaron un papel para saber quién iba a ser un "maestro" y quién un "aprendiz". El sorteo fue falso, ya que el sujeto verdadero siempre obtendría el papel de "maestro".
El maestro vio que el aprendiz estaba atado a una silla y tenía electrodos. Luego, el sujeto fue ubicado en otra habitación delante del generador de descarga, sin poder ver al aprendiz.
El Experimento de Stanley Milgram fue realizado para obtener respuesta a la siguiente pregunta:
"¿Cuánto tiempo puede alguien seguir dando descargas a otra persona si se le dice que lo haga, incluso si creyera que se le pueden causar heridas graves?" (La variable dependiente).
Recordemos que los dos sujetos se han conocido, ambos son desconocidos agradables, y que piensan que cada uno podría estar en el lugar del otro, es decir, el maestro podría estar recibiendo las descargas.
El sujeto fue instruido para enseñar pares de palabras al aprendiz. Cuando el alumno cometía un error, el sujeto fue instruido para castigar al aprendiz por medio de una descarga, con 15 voltios más por cada error.
El aprendiz nunca recibió las descargas, pero cuando se pulsaba un interruptor de descarga se activaba un audio grabado anteriormente.
Si se llamaba al experimentador que estaba sentado en la misma habitación, éste respondía con una "provocación" predefinida ("Continúe, por favor", "Siga, por favor", "El experimento necesita que usted siga", "Es absolutamente esencial que continúe ", "No tiene otra opción, debe continuar"), empezando con la provocación más suave y avanzando hacia las más autoritarias a medida que el sujeto contactaba al experimentador.
Si el sujeto preguntaba quién era responsable si algo le pasaba al aprendiz, el experimentador respondía: "Yo soy responsable". Esto brindaba alivio al sujeto y así muchos continuaban.
Durante el Experimento de Stanley Milgram, muchos sujetos mostraron signos de tensión. 3 personas tuvieron "ataques largos e incontrolables".
Si bien la mayoría de los sujetos se sintieron incómodos haciéndolo, los 40 sujetos obedecieron hasta los 300 voltios.
25 de los 40 sujetos siguieron dando descargas hasta llegar al nivel máximo de 450 voltios.
Antes del experimento de Stanley Milgram, los expertos pensaban que aproximadamente entre el 1 y el 3% de los sujetos no dejaría de realizar las descargas. Creían que tendrías que ser morboso o psicópata para hacerlo.
Sin embargo, el 65% no dejó de realizar las descargas. Ninguno se detuvo cuando el aprendiz dijo que tenía problemas cardíacos. ¿Cómo puede ser? Ahora creemos que tiene que ver con nuestro comportamiento casi innato que indica que tenemos que hacer lo que se nos dice, sobre todo si proviene de personas con autoridad.
Lo que dijo el aprendiz cuando el maestro realizaba las descargdas en algunos niveles.
El experimento fue finalizado por el experimentador luego de 3 descargas de 450 voltios.
(El Experimento de Stanley Milgram Original).
Un estudio psicológico como éste nunca hubiera sido permitido en la actualidad en la mayoría de los países, por cuestiones éticas. La ética actual critica el estudio por el engaño a los participantes. Los críticos también suelen señalan el daño posible que hizo el estudio a los participantes.
Lee más acerca de la ética del Experimento de Milgram.
Stanley Milgram, 1974: Obediencia a la autoridad. Nueva York: Harper & Row.
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Explorable.com (Feb 6, 2008). El Experimento de Milgram: la Obediencia a la Autoridad. Dec 10, 2024 Obtenido de Explorable.com: https://explorable.com/es/el-experimento-de-milgram
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